"Los agentes verificaron la existencia de víctimas de estas estafas, tanto empresas como particulares, ubicados en Italia, República Checa, Estados Unidos, Líbano, China, Kazajistán y Países Bajos entre otros, siendo el total de dinero defraudado superior a los 2.400.000 euros", informó el cuerpo policial a través de un comunicado.
Los detenidos están acusados de delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal por "realizar fraudes a través de las nuevas tecnologías valiéndose de métodos de ingeniería social".
En concreto, esta organización utilizaba técnicas de phishing y además estaba especializada en la conocida como "estafa de CEO", que consiste en engañar a un empleado de alto rango de una empresa mediante un correo que simula ser de su jefe.
Una vez consiguen engañar al empleado, se pide realizar una supuesta operación financiera confidencial y urgente, que sin embargo tiene por destinatario a los timadores.
La investigación contra esta banda comenzó a mediados del 2018, cuando los agentes recibieron diversa información a través de denuncias que determinó la existencia de un grupo organizado de ciberdelincuentes especializados en las dos citadas modalidades.
Según relatan las autoridades, los investigadores estudiaron los diversos medios de cobro empleados por los ciberdelincuentes, detectando más de 150 cuentas bancarias que constituían una compleja red de intermediarios.
Gracias al análisis de la información recabada, los investigadores identificaron a un total de 16 personas ubicadas en:
- Palma de Mallorca (1)
- Gran Canaria (1)
- Ibiza (2)
- Valencia (12)
Un total de 11 de ellos fueron arrestados, mientras que las cinco personas restantes fueron imputadas como investigados no detenidos.