Alrededor de 2.200 camas —al igual que la misma cantidad de respiradores—, llevan vacías aguardando el devenir de la pandemia desde que el Gobierno mandó a la sanidad privada mantener preparadas sus instalaciones y materiales por si fuera necesario recurrir a ellas. "Y así siguen hasta el día de hoy", explica el experto en declaraciones al diario EL MUNDO.
“Nuestra puesta a disposición de los recursos se hizo antes de la declaración del estado de alarma”, subraya Carlos Rus, secretario general de @ASPE_SPrivada #ZoomInPlantaDoce
— PlantaDoce (@Planta_Doce) April 21, 2020
El motivo de esa actuación, según declara Rus, se debe a que esas camas se ubican en comunidades poco afectadas por el COVID-19. "El uso público de nuestros recursos, de los hospitales privados, ha sido muy dispar en toda España".
"Ponemos a orden de los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas todas las instalaciones de la sanidad privada, para que puedan hacer el uso que consideren", afirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras decretarse el estado de alarma en España.
Tras anunciarse esa medida, el presidente de ASPE ha explicado que ha habido comunidades autónomas que sí que han utilizado las instalaciones de los hospitales privados, como Madrid, Cataluña, especialmente Barcelona, La Rioja y el País Vasco. "En esas hemos apoyado con todo, y más de lo que podíamos, y el resultado ahí está", explica en el diario nacional.
En España existen 460 hospitales privados, con una plantilla de 93.000 profesionales que atienden a 5.200 enfermos de coronavirus y de ellos, 610 están en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), según confirma ASPE, que representa al 80% del sector. En concreto, según apuntan desde el organismo, en Canarias y en la Comunidad Valenciana no se están utilizando sus equipamientos.
Tal y como explica el diario, fuentes oficiales del Ministerio de Sanidad sostienen que "el Gobierno lo que hizo fue poner la sanidad privada al servicio de las comunidades autónomas" y que son ellas las que han mantenido la gestión sanitaria.
"Se priorizó el traslado de material antes que de pacientes. Se llevaron respiradores de otros sitios a Madrid, y se hizo un simulacro de medicalización de un tren en la estación de Atocha, para validar la idoneidad de los trabajos hechos por Renfe. Pero eran las CCAA quienes tenían que solicitarlo", concluye la fuente consultada.