Derogar la Reforma Laboral y revalorizar las pensiones fueron dos de las promesas más importantes que hicieron el Partido Socialista Obrero de España (PSOE) y Unidas Podemos el pasado 30 de diciembre, cuando anunciaron su decisión de conformar el primer gobierno de coalición desde la llegada de la democracia en 1978.
Apenas se tomaron los primeros pasos, tanto el FMI y la Comisión Europea hicieron pública su oposición. El economista Eduardo Garzón, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del recién publicado libro Desmontando los mitos económicos de la derecha, analiza con Sputnik estos informes que han avivado la polémica sobre si son sustentables o no las medidas sociales que empieza a tomar el gobierno.
—Este miércoles, la Comisión Europea presentó la fotografía de la situación macroeconómica, social y laboral de los países miembros de la Unión Europea. En el informe sobre España hizo dos claras advertencias: la posible no sostenibilidad de las pensiones por haberlas vinculado al Índice de Precios al Consumidor (IPC) y las posibles malas consecuencias que podrían generarse si se desmonta la Reforma Laboral de 2012 ¿Cómo se debe leer este último informe?
Luego, en el tema de los derechos laborales es lo mismo. En un momento en que llevamos años, prácticamente una década, recortando todo tipo de derechos, derechos que fueron ganados con mucha lucha a lo largo de la historia ¿qué pretenden que hagamos ahora?, ¿volver a recortar esos derechos? Ya ha llegado un momento en que ese camino debe ser detenido y revertido. Ahí es donde debemos entender que por unas pocas mejoras que se han adoptado hasta el momento no vamos a caer en un caos económico, en lo absoluto. Es simplemente ir recuperando unos derechos perdidos que se habían ganado con mucho esfuerzo.
—Entonces, según lo que dices ¿este es un informe político y no técnico?
En este caso está clarísimo. El tema de la cuestión laboral beneficia claramente a los que están de lado del capital y del empleador porque cuantos menos derechos laborales tengan los trabajadores, más libertades, beneficio y privilegios tendrán los empresarios. En el caso del sistema público de pensiones también hay un tres y dos entre lo público y lo privado. Cuanto más se debilite el sistema público de pensiones, cuanto más miedo se genere en torno a su sustentabilidad, más alas de capacidad de desarrollo va a tener el sistema privado de pensiones que está a la espera de que la gente tenga miedo del sistema público y pasen a contratar esos planes privados. Es toda una estrategia que viene desde hace muchísimo tiempo pensada para reducir el tamaño de lo público e incrementar el tamaño de lo privado.
Entonces, el informe es claramente ideológico, aunque se sustente en documentos y estudios más o menos técnicos.
—La Comisión Europea insiste que si se vinculan las pensiones con la inflación "se beneficiará a los pensionistas de hoy a expensas de las generaciones futuras ¿realmente son y serán sostenibles las pensiones?
Por lo tanto, fuera miedo, fuera alarmismo porque dedicar más recursos a nuestros jubilados, a nuestros pensionistas es algo normal, lógico, deseable. En lo absoluto tiene que ver con la sostenibilidad del sistema, que evidentemente tiene cosas que mejorar. Por ejemplo, hay limitaciones importantes, pero eso es lo que hay que atender. Hay que ver que no se generen desequilibrios importantes, que algunas medidas hayan que reformarlas, pero lo que no tiene sentido es atacar al todo y decir que este sistema es insostenible, porque si el sistema de la seguridad social es insostenible, también lo es por lógica el de la defensa, el de la corona, el dinero que se da a la Iglesia, la educación, la sanidad, todo lo público, porque al fin y al cabo el sistema de la seguridad social es uno más del sistema público. Si se ataca la seguridad se está atacando al sistema público, que es, al fin y al cabo, el objetivo que tienen este tipo de mensajes que están cargados de una ideología neoliberal que tiene muy poco sustento ideológico.
—La Comisión Europea también mencionó las debilidades estructurales de la economía como la deuda pública, el mercado laboral precario y la elevada desigualdad de rentas ¿cómo atender y solucionar estos problemas?
Son muchísimos los elementos los que toca ese informe.
Hay problemas importantes que hay que abordar, como el de la precariedad en el mercado laboral. Pero es que precisamente tiene gracia que la Comisión Europea critique el mercado laboral actual señalando su precariedad, al mismo tiempo que critica esa mejora de los derechos laborales porque todo ese mercado precario, con salarios míseros, es, en parte, debido a todas esas reformas de Rajoy y también las del gobierno socialista con Rodríguez Zapatero. Ir deshaciendo esas reformas es lo que va a ir dando mayor poder de negociación a los trabajadores. Hay una medida recién adoptada, muy importante, que es el aumento del salario mínimo que, en dos años, se ha aumentado en más de un 30%, y eso también ayuda a mejorar esa situación de precariedad.
—La defensa que hace la Comisión Europea a la Reforma Laboral de 2012 es casi idéntica a la que hizo hace semanas el FMI. Ambos organismos dicen que gracias a esa reforma impulsada por Rajoy se generaron más empleos ¿Son casuales estas posturas tan parecidas?
—Dentro del gobierno de coalición hay dos alas: la parte de Unidas Podemos que halan hacia la atención social y el ala de Nadia Calviño y los economistas ortodoxos que tiran para cumplir con lo que establece la Comisión Europea, el FMI, el Banco Mundial ¿hacia dónde se inclinará la balanza? ¿Podría generar fracturas internas?
Sí, evidentemente hay una distancia entre las formas de entender la política económica por parte de Unidas Podemos y de los otros funcionarios del PSOE. Evidentemente se van generar tensiones, ya se han generado, pero eso es normal en un gobierno de coalición con puntos de vista tan diferentes. Pero como siempre decimos, esto que tenemos, es, sin ninguna duda, algo mejor a lo que había antes, y en todo caso va a depender de cómo se acaben controlando esos desequilibrios y tensiones dentro del gobierno. Pero, insisto, no tiene por qué llegar a problemas fundamentales siempre que haya voluntad de poder llegar a acuerdos.
—Usted y otros analistas han dicho que La Comisión Europea está regida por ideales neoliberales ¿cómo logrará España defender medidas sociales sin chocar con la Comisión Europea?, ¿o será un choque inevitable?