"Una vez aprobados los presupuestos anunciaré la fecha de las elecciones y lo haré con la mirada puesta en lo mejor para el país. Con este criterio decidiré cuándo celebrar unas elecciones para renovar el mandato democrático de Cataluña", anunció el presidente catalán en una declaración institucional.
El líder independentista dio por agotada la doceava legislatura del Parlamento de Cataluña integrado por una mayoría de las fuerzas catalanas independentistas, que en los últimos días consumaron una fractura gestada durante los últimos meses.
Esta decisión de la Cámara catalana evidenció la división interna en el seno del independentismo y enfrentó a los partidos que componen el Gobierno de coalición presidido por Quim Torra: su formación, Junts per Catalunya (JxCat), y los socios de Esquerra Republicana (ERC), liderados por el exvicepresidente encarcelado Oriol Junqueras.
"Esta semana constatamos que los dos socios de Gobierno encaramos el camino hacia la independencia de una forma que ha comportado el deterioro de la confianza mutua que se necesita en los momentos más decisivos", señaló Torra, en referencia a la decisión tomada por los órganos rectores del Parlamento presidido por sus socios de ERC.
El presidente catalán considera que el "consenso del independentismo no se respetó" al decidir la mesa de la Cámara presidida por Roger Torrent (ERC) apartarle de su escaño en contra de la voluntad de los diputados de JxCat.
En este sentido, aseguró que "ningún Gobierno puede funcionar sin unidad o estrategia compartida" y anunció una convocatoria electoral para los próximos meses, todavía sin fecha, pero que tendrá lugar una vez el Parlamento catalán apruebe los presupuestos de la Generalitat prorrogados desde 2017.
"Es hora de la máxima responsabilidad, hace falta poner el país y sus necesidades por delante de cualquier interés partidista o personal", justificó el presidente Torra, que destacó que, aunque la legislatura llega a su fin, todavía quedan cosas pendientes para el Gobierno independentista.
Uno de estos asuntos es la activación de una mesa de negociación con el Gobierno español para afrontar la compleja situación política en Cataluña, algo que Torra calificó de una "responsabilidad" para los que serán los últimos meses de su Gobierno.
"Quiero comprobar si el Gobierno español tiene voluntad de poner fin a la represión en Cataluña", explicó Torra, que con este objetivo confirmó que el próximo 6 de febrero se reunirá en Barcelona con el presidente español, Pedro Sánchez.
Tras constatar el distanciamiento de las fuerzas independentistas, Cataluña vivirá de nuevo un avance electoral de los comicios que en principio debían celebrarse a finales de 2021, cuatro años después de las elecciones del 21 de diciembre de 2017.
Sin embargo, la fecha no se conocerá hasta que queden aprobados los presupuestos de la Generalitat para 2020, una tarea que los socios del Gobierno independentista deberán afrontar pese a la fractura de su unidad política.
