La primera asamblea del año de la patronal catalana Foment del Treball, celebrada el 13 de enero, fue escenario de unas polémicas declaraciones. El presidente de la organización, Josep Sánchez Llibre, criticó el incremento de impuestos anunciado por el Gobierno central y, especialmente, por el catalán, la Generalitat, tras el anuncio del vicepresidente catalán de Economía, Pere Aragonès, de los Presupuestos de la administración autonómica para este 2020.
Sánchez Llibre denunció que los impuestos de los catalanes vayan a ser superiores a los de los madrileños en más de un 90%, comunidades, ambas, con un peso económico similar. Esto se suma al impuesto de Sucesiones y Donaciones que los catalanes pagan y los madrileños no, y al 40% de más que los catalanes ya pagan entre Renta y Patrimonio, al 66% extra que se aplica a las transmisiones patrimoniales y al 233% de más que pagan en actos jurídicos documentados, todo con respecto a los habitantes de la capital.
Algunas de estas alternativas fueron dirigidas en forma de consejos al nuevo Gobierno estatal formado por PSOE y Unidas Podemos, Gobierno que Sánchez Llibre espera que se base en el consenso y el diálogo, partiendo de la base de que se trata de un gobierno de coalición. En este sentido, la patronal catalana valoró como algo positivo e imprescindible para una estabilidad "necesaria" el acuerdo al que se ha llegado recientemente entre el Gobierno central y la Generalitat para formar una mesa de diálogo entre las dos partes, con el fin de buscar "el máximo consenso de los grupos parlamentarios de Cataluña y del Congreso de los Diputados", tal y como apuntó Sánchez Llibre.