"La situación en Barcelona es de calma y normalidad", señaló el ministro en sus declaraciones desde el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, Marlaska insistió en que el Gobierno está "pendiente" y que tomó "medidas" ante la posibilidad de que resurjan las protestas.
"Esperemos que se imponga la racionalidad y que las ideas se expresen respetando al resto de los ciudadanos", afirmó el ministro.
Desde el 14 de octubre Cataluña vivió una oleada de protestas en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de imponer penas de prisión por un total de 100 años a nueve líderes independentistas por el intento de ruptura con España mediante el referéndum unilateral de autodeterminación que se celebró el 1 de octubre de 2017.
Estos disturbios causaron 593 heridos en toda Cataluña (de los cuales 226 son agentes de policía), casi 200 personas arrestadas (28 fueron enviados a prisión provisional) y más de 2,7 millones de euros de daños solo en la ciudad de Barcelona, que registró 660 incendios de barricadas.
Actualmente el ciclo de movilizaciones se mantiene activo, pero desde el 20 de octubre todas las manifestaciones se desarrollaron de forma pacífica.