El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias confirmó este 30 de agosto que el fallecimiento de un hombre de 72 años con cáncer terminal fue precipitado por el brote de listeria.
El fallecimiento ocurrió el pasado 23 de agosto, pero su relación con el brote no fue confirmada hasta este 30 de agosto.
Aunque generalmente es una enfermedad leve, la listeriosis tiene unos altos niveles de morbilidad entre personas vulnerables como embarazadas, recién nacidos, adultos mayores y personas con el sistema inmunitario debilitado.
Además de los tres fallecimientos, cinco mujeres embarazadas perdieron a sus hijos a causa del brote, tres de ellas este mismo viernes.
Según datos difundidos por el Ministerio de Sanidad, en total resultaron afectadas 204 personas por el brote, de las cuales 67 permanecen hospitalizadas.
Del total de casos, 197 se produjeron en Andalucía, localizándose la mayor parte de ellos (162) en Sevilla, aunque también hay afectados en Huelva, Granada, Cádiz y Málaga.
La Fiscalía Superior de Andalucía inició el 26 de agosto una investigación para esclarecer con exactitud el origen de la carne en mal estado y exigir responsabilidades a la empresa distribuidora.
Del mismo modo, el Ayuntamiento de Sevilla (capital de Andalucía) denunciará a la empresa por ocultar información sobre sus líneas de comercialización, permitiendo se siguieran vendiendo lotes contaminados incluso después de que decretarse la alerta sanitaria.
Aunque al principio se creía que sólo la carne mechada estaba contaminada, posteriormente se descubrió que Magrudis comercializó una amplia gama productos cárnicos expuestos a contaminación.
España lanza una alerta internacional por el brote de listeriosis 👇 https://t.co/uvIvSDjj8P
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 22, 2019
Las autoridades sanitarias confirmaron recientemente que la empresa comercializó también lotes de lomo al pimentón y de lomo al jerez en los que se encuentra presente la misma cepa de listeria.
A la lista de irregularidades se suma que este 30 de agosto el Ayuntamiento de Sevilla informó de que Magrudis operaba sin licencia de actividad y que, además, reformó sus instalaciones —en las que se encontró maquinaria contaminada— sin pedir un permiso de obras.