La marea podía devolverla al mar, con el riesgo que supondría para la navegación, por lo que las autoridades decidieron sacar al animal.
Este ejemplar de rorcual común fue arrastrado desde el mar por una embarcación de Salvamento Marítimo que lo condujo hasta el puerto de Navia, a unos 20 kilómetros del lugar de donde había quedado varada, para que fuera sacada del agua con la ayuda de una grúa ubicada en la zona.
No obstante, la operación se complicó cuando la cola por la que estaba amarrada se partió y el resto del cadáver volvió a caer al agua. Esto obligó a recurrir a otra grúa para intentar sacarlo del agua.
El siguiente intento de traslado reveló que el peso del animal era de 47 toneladas en lugar de las entre 25 y 35 que se habían estimado inicialmente.
Según el presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), Luis Laria, se trata de una especie común en las aguas del Cantábrico, aunque en el caso de este ejemplar presentaba unos patrones de coloración inhabituales. Además es el segundo ejemplar de este tipo más grande que se ha quedado varado en las costas asturianas.