De acuerdo con los datos oficiales, la mayor parte de las llegadas fueron por vía marítima, contabilizándose la llegada a territorio español de 5.040 personas a través de 137 embarcaciones en lo que va de año.
Por otro lado, en lo que va de año se contabilizó la llegada de 938 migrantes irregulares por vía terrestre, todos ellos en los enclaves norafricanos de Ceuta y Melilla.
En el caso de las llegadas terrestres, el número de personas recibidas por España en lo que va de año es un 21,7% menor a las 1.198 recibidas en los dos primeros meses del año pasado.
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Según Frontex, el aumento de flujos en esa ruta convirtió a España en el principal país de desembarco para los migrantes en el viejo continente, haciendo también que Marruecos se convirtiera en "el principal punto de partida hacia Europa".
Pese a que se alcanzaron cifras récord en cuanto a la llegada de migrantes irregulares, expertos y asociaciones humanitarias destacan que el volumen de personas recibidas es fácilmente asumible por España, que no atraviesa una situación de crisis migratoria.
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