El manifiesto emitido por los convocantes llama a los paros para pedir la derogación de la reforma laboral, mejoras de los servicios públicos y aumentos del salario mínimo y las pensiones.
"Solo aceptaremos del Tribunal Supremo y de los aparatos del Estado la inmediata absolución de todas las personas imputadas, encarceladas y exiliadas que han sido reprimidas por ejercer derechos colectivos que nos son inalienables como sociedad moderna que seguiremos siendo aunque nos quieran anclados en el siglo XIX", prosigue el manifiesto.
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La huelga cuenta con el apoyo público del Gobierno catalán, que ha suspendido su agenda pública para el 21 de febrero, pero no está respaldada por la Unión General de Trabajadores (UGT) o Comisiones Obreras, los sindicatos mayoritarios en España.
Pese a no tener el apoyo de estos sindicatos, resulta difícil adelantar cuál será el poder de convocatoria de la huelga, ya que la movilización está respaldada, además de por el Gobierno catalán, por los tres principales partidos independentistas (ERC, PDeCAT y CUP)
Finalmente, cabe destacar que la huelga también cuenta con el apoyo de los Comités de Defensa de la República, asociaciones de carácter asambleario y horizontal que en los últimos meses tomaron la rienda de la movilización callejera en favor de la independencia.
Según la información publicada por la Intersindical CSC, además de los paros en los centros de trabajo hay una convocatoria para que los ciudadanos se manifiesten por la tarde en las principales ciudades del territorio catalán, aunque la principal concentración será en la capital, Barcelona, donde la manifestación tendrá carácter "unitario".