"En estas elecciones se decide si España va a seguir siendo rehén de los partidos que quieren destruirla o si se apuesta por un liderazgo del Partido Popular que puede llegar a acuerdos con otras formaciones políticas para frenar el desafío separatista", dijo Casado en rueda de prensa.
En ese sentido, prometió que una de sus primeras medidas si llega al Gobierno será poner en marcha los trámites para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Dicho artículo fue el arma legal utilizada por el Gobierno de Mariano Rajoy, predecesor de Pablo Casado al frente del Partido Popular, para cesar al Gobierno catalán que convocó el referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.
En opinión de casado, el actual Gobierno catalán, también de corte independentista, se encuentra en un camino que también llevará a un intento de ruptura al margen de la legalidad, lo que debe ser contestado de inmediato desde Madrid.
"Nosotros tenemos el 155 ya preparado", aseguró.
En su valoración de la situación política realizada este 15 de febrero, Casado insistió en poner el asunto catalán como principal tema de la agenda de cara a las elecciones generales.
En otros ámbitos, Casado confirmó su giro a la derecha y prometió "bajar todos los impuestos", políticas de inmigración "responsables" e incluso una "Ley de Concordia" que sustituiría a la actual Ley de Memoria Histórica sobre los crímenes del franquismo.
En cuanto a posibles pactos electorales, Casado afirmó que el PP tiene capacidad para negociar mirando tanto hacia su izquierda como a su derecha, lo que se traduce como una disposición a pactar con los ultraderechistas de Vox.
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En los últimos meses, Pablo Casado se refirió en distintas ocasiones a la irrupción de Vox en el panorama político español como una "oportunidad" para generar "nuevas mayorías constitucionalistas" frente al "desafío separatista".
Este adelanto se produce después de que el Congreso de los Diputados rechazara su plan presupuestario para 2019 con los votos en contra tanto de las formaciones de derechas como de los partidos independentistas catalanes.
El rechazo de los independentistas a las cuentas supone la ruptura de la mayoría parlamentaria que permitió a Sánchez llegar al Gobierno en el verano de 2018 con una moción de censura a Mariano Rajoy.
