Fuentes de los Mossos d'Esquadra señalaron a Sputnik que "los detenidos pertenecían a una red yihadista que tenía la voluntad de realizar atentados, aunque eso no implica que hubieran organizado acciones concretas".
Pese a ello, la investigación determinó que la falta de planes de acción concretos por parte del grupo hizo que "en ningún momento hubiera riesgo alguno para la ciudadanía".
Este grupo de cinco personas, que serán acusadas por delitos de terrorismo, está compuesto por tres hombres originarios de Argelia, uno de Libia y otro de Irak, todos ellos residentes en Barcelona.
Según señalaron las autoridades, los otros 12 detenidos formaban parte de una organización criminal en la que también participaban los posibles terroristas.
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Pese a estar investigados también como posibles terroristas, por el momento estas 12 personas serán acusadas por otros delitos, como los de pertenencia a organización criminal o falsedad documental, entre otros.
En este segundo grupo de detenidos se encuentran personas de nacionalidad argelina, española, egipcia, iraquí, marroquí y libanesa.
Los Mossos d'Esquadra destacan que la mayoría de los integrantes del grupo, incluidos aquellos a los que no se acusará de terrorismo, se definen por su "perfil radical" y por seguir los principios doctrinales de ISIS (acrónimo árabe de Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
El operativo que permitió la detención de estas 17 personas se desarrolló en la ciudad de Barcelona y en Igualada, un municipio situado a 60 kilómetros de la capital catalana.
