En concreto, el acuerdo permitirá la formación de un gobierno de coalición entre el PP y el partido liberal Ciudadanos, lo que supone un giro histórico en la política de esta comunidad autónoma, ya que en los últimos 36 años estuvo gobernada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En una rueda de prensa ofrecida tras la firma del pacto, Ortega Smith celebró que el acuerdo pone fin a "36 años de cortijo de la izquierda en Andalucía".
La consecución de este acuerdo llega precedida de varios días de una intensa negociación en la que la ultraderecha trató de imponer su agenda al nuevo gobierno andaluz.
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En un comunicado emitido esta tarde, Vox celebró que el acuerdo alcanzado contempla la colaboración con el Gobierno autonómico para la deportación de 52.000 inmigrantes ilegales.
Otras medidas del acuerdo tienen que ver con la defensa de tradiciones como la tauromaquia, una rebaja fiscal a empresas y rentas altas, o la reducción del gasto público.
Pese a las críticas surgidas durante el proceso de negociación, el acuerdo entre PP y Vox, además de suponer un giro histórico en la política andaluza, es visto por los líderes del partido conservador como un ejemplo a seguir en el resto de España.
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Pablo Casado, líder del PP —que es el partido más votado a nivel nacional, aunque actualmente se encuentra en la oposición—, aseguró hace unas semanas que las negociaciones en Andalucía son el "preámbulo de nuevas mayorías constitucionalistas" extrapolables al resto del país.
