"Por fin este país se libra del gran absurdo del que se ha mofado la mayor parte de los observadores internacionales que es el impuesto al sol", dijo en rueda de prensa Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica.
De esta forma, el Gobierno busca "descargar las muchas trabas burocráticas" que "impedían esta forma de generación eléctrica".
La intención del Gobierno es asumir "con total normalidad" que los ciudadanos puedan adoptar "nuevas formas de generación eléctrica" y, por ejemplo, autoabastecerse a través de placas solares.
La anterior normativa, que contaba con el rechazo de todos los partidos con representación parlamentaria a excepción del conservador Partido Popular, establecía un impuesto consistente en el pago distintos importes por seguir conectado al red eléctrica incluso cuando no se hiciera ningún uso de la misma.
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Esos impuestos también afectaban a la instalación de baterías para acumular energía y contemplaban el pago de cargos fijos por la energía almacenada y consumida.
La ministra Ribera admitió que España se encuentra bastante "retrasada" en lo que se refiere al autoconsumo eléctrico, pero destacó que el país tiene mucho potencial.
Por ejemplo, recordó que en España, pese a ser un país "rico en sol", existen únicamente unas 1.000 instalaciones fotovoltaicas de pequeña intensidad mientras que Alemania, un país con menos horas de luz solar, tiene "más de un millón".
"Queda un largo recorrido, pero hay margen para mejorar en el autoconsumo", concluyó.
