"Reclamamos que se permita el uso de medios para el control de masas, como escudos que puedan repeler los productos que arrojan contra ellos, y material antidisturbios que contenga estas entradas masivas", afirmó la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) a través de un comunicado recogido por El Español este 23 de agosto.
Una queja que también comparte la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), que considera la situación "insostenible".
"¿Hasta cuándo? ¿Para cuándo los medios personales y materiales necesarios? ¿Por qué en Ceuta o en Melilla, donde son atacados de forma cada vez más coordinada, organizada y violenta, no? ¿Por qué no se pueden defender?", se preguntan desde esta asociación.
Radio: Migración: ¿arma política en España?
Además, la APROGC considera que el despliegue de agentes en la zona es "claramente insuficiente".
Esta asociación destacada que el material antidisturbios se puede utilizar "legalmente".
"Que no tengamos que esperar y lamentar un suceso de consecuencias fatales para empezar a tomar medidas", indican desde la APROGC.
"Que no miren de lado, que miren de frente a lo que sucede ahí abajo, en la frontera", requirió Manrique al señalar que los inmigrantes utilizan "prácticas cada vez más agresivas", desde "objetos punzantes de fabricación propia" hasta "lanzallamas caseros", poniendo "en riesgo creciente la integridad de los guardias civiles", que sienten "rabia" e "impotencia".
Te puede interesar: Europa naufraga en su política de inmigración
El 22 de agosto se produjo una entrada de 116 migrantes durante un intento de salto masivo de más de 300 personas en la valla fronteriza de Ceuta.
De acuerdo con información ofrecida por la Guardia Civil, durante el intento de salto fueron heridos siete agentes españoles después de que los migrantes lanzaran recipientes de plástico con excrementos, sangre, cal viva y ácidos.
Pese a que un total de siete agentes recibieron atención hospitalaria, sólo dos de ellos fueron dados de baja para el servicio por las lesiones sufridas.