La iniciativa busca que los independentistas se protejan por sus propios medios ante las agresiones de grupos de ultraderecha nacionalistas españoles ante lo que denuncia como "pasividad del Gobierno" catalán.
"El Estado nunca vio a la extrema derecha como un peligro, sino como una colaboradora necesaria de la represión y tuvo la connivencia policial", declaró el alcalde de Verges, Ignasi Sabater en la presentación de la iniciativa.
Robert Sabater, alcalde de Viladamat, aseguró por su parte que su consistorio "dará apoyo a los comités desde las instituciones para garantizar la convivencia en los municipios".
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La CUP manifestó finalmente su voluntad de que la iniciativa se extienda a otros municipios para promover la resistencia y una desobediencia civil activa y no violenta.
"Negar las agresiones o que hay grupos de extrema derecha organizados es contribuir en su impunidad", afirmó la diputada de la CUP en el Parlamento de Cataluña Natàlia Sánchez.
"No podemos tolerar que haya sectores de la población que vivan con el miedo a ser agredidos y atemorizados por violentos totalitarios", afirmó el presidente catalán en referencia a las agresiones registradas los pasados días contra militantes independentistas por parte de grupos de ultraderecha defensores de la unidad de España.