Según explicó Sánchez en rueda de prensa desde La Moncloa (sede del Gobierno), donde compareció tras el Consejo de Ministros y para hacer balance del curso político antes de las vacaciones, Madrid sigue apostando por el "diálogo", aunque admitió que este requerirá "tiempo".
No descartó sin embargo aplicar el artículo 155 de la Constitución Española "porque es un artículo constitucional".
Este artículo permite al Ejecutivo central, previa ratificación del Senado (cámara alta del Parlamento), intervenir una administración autonómica para restablecer la legalidad, y fue aplicado por vez primera el 27 de octubre de 2017, el mismo día en que el Parlamento de Cataluña declaró la independencia; el artículo se levantó tras la formación de un Ejecutivo autonómico en Cataluña.
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El Gobierno español, recordó Sánchez, siempre fue de la opinión que el conflicto político en Cataluña se resolverá "con diálogo en una mano, pero con la Constitución en la otra".
El Gobierno español, insistió, tiene "la firme voluntad de dialogar para confirmar la cohesión territorial de nuestro país".
El mandatario también pidió al presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, "lealtad" en todo lo referido a Cataluña y renunció a la posibilidad de modificar el Código Penal para que la organización de referéndums sin autorización del Estado pase a ser considerada delito.