Tras el encuentro, la ministra de Política Territorial de España, Meritxell Batet, subrayó la importancia de "recuperar la normalidad institucional" pese a "las importantes discrepancias" relativas al proceso independentista.
Según explicó Ernest Maragall, consejero de Asuntos Exteriores del Gobierno catalán, los representantes del Gobierno central rechazaron una propuesta "para entrar en el análisis de las vías de participación democrática que permitan a los ciudadanos de Cataluña tomar decisiones sobre su futuro político".
"No existe el derecho de autodeterminación: ni en el marco interno ni en el marco internacional", respondió Batet, que insistió en que no hay vías para la solución del conflicto territorial más allá de una reforma constitucional o del Estatuto de Cataluña.
Otro de los puntos de desencuentro fue el relativo a la vulneración de "derechos y libertades" que según los sectores independentistas sufre Cataluña.
"Queríamos hablar de todas las normalidades que en este momento tenemos negadas. Nos sentimos obligados a hablar de derechos y libertades, de presos y perseguidos", insistió.
Pese a ello, valoró positivamente que haya "normalidad en el establecimiento de instituciones" y en el "establecimiento de diálogo".
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Por su parte, Batet destacó que "hablar de las grandes discrepancias es importante" y celebró el restablecimiento de una relación institucional que estuvo "ausente" los últimos siete años, ya que la Comisión Bilateral no se reunía desde el año 2011.