Según informó la Delegación del Gobierno español en Ceuta, el refuerzo incluirá a una veintena de agentes de la Guardia Civil, además de cinco vehículos de apoyo y un helicóptero con visión nocturna.
Actualmente, el vallado fronterizo de Ceuta ya cuenta con dos equipos MIR, que están especializados en el control de masas durante situaciones de disturbios.
La decisión de ampliar el despliegue en la zona fronteriza llega después de que el pasado 26 de julio se produjera un salto masivo en el que 600 migrantes lograron pasar a territorio español.
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Durante ese salto se produjeron episodios de tensión y, según el relato de las autoridades españolas, los migrantes atacaron a los agentes presentes en la zona lanzando botellas de plástico con cal viva e incluso utilizando aerosoles a modo de lanzallamas con la ayuda de mecheros.
"Aunque sean equipos de solo veinte personas, se trata de gente que está muy especializada, por lo que su desempeño puede ser más efectivo que el de un mayor número de agentes regulares en esas situaciones", señaló el portavoz del instituto armado consultado por esta agencia.
Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, entre el 1 de enero y el 25 de julio de 2018, entraron a España un total de 3.125 migrantes a través de las vallas en los enclaves norafricanos de Ceuta y Melilla.