"El nuevo Gobierno de España es el reflejo de lo mejor de la sociedad a la que aspira a servir; un nuevo Gobierno para una sociedad que es paritaria, intergeneracional y abierta al mundo, pero también anclada en la Unión Europea", dijo Sánchez durante su primera comparecencia como jefe del Ejecutivo desde Gobierno desde el Palacio de la Moncloa.
En su comparecencia ante la prensa, Sánchez reconoció que la composición de su Gobierno pretende ser un "fiel reflejo" de las demandas de la sociedad, que en los últimos meses se volcó en distintas ocasiones en multitudinarias movilizaciones de corte feminista.
"Este nuevo Gobierno está comprometido con la igualdad de manera inequívoca", dijo Sánchez, antes de subrayar que, en su Ejecutivo, las responsabilidades de mayor peso recaerán sobre mujeres.
La vicepresidencia del Gobierno recaerá sobre Carmen Calvo, que también ejercerá como ministra de Igualdad.
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Calvo, que fue ministra de Cultura entre 2004 y 2007 durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, jugó un papel destacado en los últimos meses en la política española, tras haber sido designada la interlocutora del PSOE frente al anterior Gobierno durante el proceso que llevó a la intervención de las instituciones catalanas en respuesta al proceso independentista.
En consecuencia, el Gobierno, que en principio parece situarse en línea con la ortodoxia económica de la Unión Europea, estará formado en su mayoría por integrantes del PSOE, aunque también incluirá a independientes de prestigio en distintas áreas.
Guiños a Europa
Una de las caras conocidas del nuevo Gobierno será la de Josep Borrell, histórico dirigente socialista que ocupará el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En esa misma dirección europeísta se enmarca el nombramiento de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que hasta ahora era directora general de Presupuestos de la Unión Europea, ejerciendo como número dos del comisario alemán Günther Oettinger.
En su intervención ante la prensa, Sánchez afirmó que su Gobierno es "decididamente europeísta".
"Europa es nuestra nueva patria, el espacio donde debemos responder a los desafíos que tenemos por delante", afirmó.
Un astronauta en el Gobierno
De entre todos los nombramientos, el más comentado en los medios españoles fue el del astronauta Pedro Duque, que dirigirá el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
La cartera de Interior recaerá sobre el magistrado Fernando Grande-Marlaska, que durante su desempeño en la Audiencia Nacional destacó por su línea dura no solo con la organización terrorista ETA, sino también contra las organizaciones políticas del independentismo vasco.
Otros nombramientos destacables son el de Teresa Ribera –destacada experta en negociaciones internacionales contra el calentamiento global– para la cartera de Transición Ecológica o el de Dolores Delgado –fiscal especializada en la lucha antiyihadista– como ministra de Justicia.
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En su comparecencia ante la prensa, Sánchez afirmó que las prioridades de su equipo serán la modernización de la economía, la consolidación del crecimiento, la lucha contra la desigualdad y la búsqueda de acuerdos en materia territorial para conseguir una España unida en su diversidad.
Además, destacó como una de las primeras medidas de su Gobierno la creación de una oficina de lucha contra la pobreza infantil, que dependerá directamente de la presidencia.
El Gobierno de Pedro Sánchez tendrá que maniobrar limitado por factores como la debilidad parlamentaria del PSOE —es la segunda fuerza de la cámara con 84 de los 350 escaños que la componen—, el hecho de haber heredado unos presupuestos diseñados por el conservador Gobierno de Mariano Rajoy y, sobre todo, por la situación de crisis institucional en Cataluña.