La noticia fue avanzada por el delegado del Gobierno español en Cataluña, Enric Millo, en su comparecencia semanal ante los medios de comunicación como responsable del Gobierno catalán tras su intervención por parte del Ejecutivo central, luego de la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017.
Refiriéndose a la posibilidad de que los independentistas acaben votando a un candidato que funja como equivalente de primer ministro en Barcelona mientras Puigdemont es presidente efectivo desde el extranjero, Millo dijo que sería un "desprecio" y "una falta de respeto a la institución".
"No me lo quiero ni imaginar", apostilló.
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Agregó que si el próximo Gobierno catalán "rompe con la legalidad" la posibilidad de aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución Española —que permite al Ejecutivo central intervenir una administración autonómica, previa ratificación del Senado (cámara alta del Parlamento)— estaría sobre la mesa.
Si los partidos no logran encontrar un candidato a la Presidencia del Gobierno catalán antes del próximo 22 de mayo, se convocarían automáticamente nuevas elecciones autonómicas.