"Recurrir solo a medidas de seguridad y prisión es raramente eficaz", declaran los firmantes de la Declaración de Arnaga, nombre de la villa palacial donde se han reunido casi medio millar de políticos, mediadores, activistas y periodistas.
"Ayer ETA anunció su decisión de dejar de existir; es un momento histórico para toda Europa ya que marca el fin del último grupo armado en el continente", afirma el comunicado de Arnaga.
Los firmantes recuerdan que hay "asuntos importantes por resolver", como los presos y los huidos de ETA, y piden "esfuerzos duraderos para llegar a una normalización de la vida cotidiana y política en la región".
Respecto al proceso de reconciliación admiten que será preciso honestidad y generosidad de "todas las partes" para "curar las heridas y reconstruir una comunidad" profundamente divida en la actualidad.
Los partícipes en el evento de Kanbo coinciden en que la ratificación de la desaparición de ETA es un "día para celebrar, un buen día para el País Vasco, España, Francia y toda Europa".
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"La paz no es un juego de suma cero, sino un asunto de voluntad política, donde ambas partes se ponen de acuerdo para alcanzar sus objetivos de forma pacífica, a través de medios políticos y democráticos", enfatizan.
La Declaración de Arnaga representa la culminación del proceso de paz impulsado por el Grupo Internacional de Contacto desde los preparativos de la conferencia de Aiete, en Donostia, en 2011.