"Este no es el final que queríamos las víctimas, no es el final de una ETA derrotada por el Estado de Derecho", protesta poco antes de un acto público de COVITE en un establecimiento de la capital donostiarra.
La abogada y activista se refiere a la anticipada disolución definitiva de la organización vasca responsable de cerca de 900 asesinatos, además de miles de ciudadanos heridos, amenazados, secuestrados o distorsionados.
"Las víctimas decimos basta ya al blanqueo de las responsabilidades y del trayecto criminal de ETA", señala Ordóñez en declaraciones a esta agencia.
Para la presidenta de COVITE, el Ejecutivo del Partido Popular "no ha querido cumplir con sus deberes" y se ha limitado a "pedir que ETA se disuelva".
"El Gobierno del PP nos ha hurtado la foto de la derrota de ETA", denuncia la hermana del concejal del mismo partido, Gregorio Ordóñez, a quien la organización asesinó en Donostia en febrero de 1995.
COVITE ha lanzado su propio comunicado en repudia del gesto de perdón y de la interpretación de ETA de las casi seis décadas de lucha armada y acciones terroristas.
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Titulado "ETA quiere poner el contador a cero", el documento incluye una serie de puntos y exigencias que leyó este 2 de mayo en Donostia Joaquín Echeverría, padre de Ignacio, el "héroe del monopatín" que perdió la vida en un ataque islamista en la capital británica en 2017.
COVITE reclama, entre otras posiciones, la colaboración de ETA en el "esclarecimiento de al menos 358 crímenes sin resolver", la "condena de la historia de terror" y el respeto a "todas las víctimas sin excepción".
El portavoz de una asociación norirlandesa de víctimas del Ira, Ken Fuston, el filósofo Fernando Savater, intervinieron junto a otros afectados y estudiosos del terrorismo en el acto reivindicativo de COVITE.