Berlín mantendrá una posición de neutralidad y evitará toda "injerencia política" ante el proceso judicial, por lo que la decisión definitiva recae sobre el Tribunal Superior de Schleswig-Holstein, informa el semanario Der Spiegel.
El abogado del político catalán, Wolfgang Schomburg, pidió anteriormente al Ejecutivo de Merkel que aclare públicamente que no extradita prisioneros por lo que considera motivos políticos.
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El dirigente independentista se trasladó en octubre de 2017 a Bélgica para evitar su posible detención por parte de las autoridades españolas, luego que la Justicia española lo acusase de alentar desde su cargo un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña, cargo al que después se sumaron los de malversación de fondos y "rebelión".
