Se trata de un anticuario y un marchante de la ciudad de Barcelona, detenidos por orden de la Audiencia Nacional tras descubrir que vendían piezas de arte romanas y griegas robadas en Libia en 2015, informa este 28 de marzo el diario La Vanguardia.
Se les imputan delitos de financiación del terrorismo yihadista, falsedad documental y contrabando.
Las piezas robadas son cabezas y torsos de esculturas saqueados en 2015 en las ciudades de Albaida, Apolonia y Cirene (declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1982) que tardaban pocos meses en llegar a Europa, después de ser enviadas a Egipto, Turquía y Tailandia para dificultar su rastreo por parte de las autoridades.
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