Según relata la Audiencia Nacional, el condenado colocó una bomba lapa bajo el asiento del conductor del vehículo del militar que al estallar acabó con su vida y causó heridas de gravedad a su hija, además de herir a tres personas que se encontraban en las inmediaciones.
Del mismo modo, le impone el pago de una indemnización de 300.000 euros a la viuda, de 160.000 a cada uno de sus hijos —con un pago extra de 92.100 a la hija que sufrió lesiones— y de 250.000 por las secuelas del atentado.
Además: España tendrá que indemnizar a varios miembros de ETA por torturas policiales
La organización terrorista ETA, de aspiraciones independentistas, asesinó a un total de 829 personas durante sus 43 años de actividad armada, desde 1968 hasta el anuncio del cese de la violencia en 2011.