Si las negociaciones terminasen con éxito, en esta nueva legislatura los independentistas catalanes crearían un Consejo de la República, nombrado por Puigdemont y formado por representantes de todos los partidos soberanistas de manera proporcional: tres miembros corresponderían a Junts per Catalunya (JxCat), la formación que encabeza el expresidente catalán, otros tres a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y uno a la CUP.
Un segundo órgano sería la propia Presidencia, que tendría la potestad de convocar una asamblea de representantes y representar internacionalmente a Cataluña ante organismos económicos, culturales y sociales.
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Los anteriores tendrían el apoyo de una asamblea republicana, compuesta de diputados y representantes del mundo municipal y la sociedad civil, cuya tarea sería hacer el seguimiento y control del Consejo de la República y su presidente.
En paralelo al sistema institucional catalán de la Generalitat, estas tres estructuras se denominarían "Espacio Libre de Bruselas".
El expresidente catalán se encuentra en Bélgica, país al que llegó huyendo de la Justicia española después de que los tribunales españoles le acusasen de alentar desde su cargo un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña.