"Espero que el sentido común se recupere, se proponga un candidato que no esté envuelto en problemas judiciales y, a partir de ahí, se empiece a construir en positivo", dijo Rajoy en una rueda de prensa ofrecida desde Bruselas.
El expresidente catalán y líder independentista Carles Puigdemont fue el cabeza de lista de la candidatura Junts Per Catalunya, formación más votada entre los partidos separatistas, que el pasado 21 de diciembre consiguieron la mayoría de escaños del Parlamento de Cataluña.
Esas elecciones fueron convocadas por el Gobierno español al amparo del artículo 155 de la Constitución, a través del cual —previa autorización del Senado— intervino las instituciones de autogobierno catalán tras la declaración de independencia del 27 de octubre, adoptada por el Parlamento autonómico en base a los resultados del referéndum del 1 de octubre, celebrado pese a la prohibición del Tribunal Constitucional de España.
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Rajoy recordó que la forma de poner fin a la aplicación del artículo 155 es la formación de un Gobierno en Cataluña.
Puigdemont fue propuesto para la investidura por el presidente de la cámara, pero el debate de investidura no llegó a celebrarse después de que el Tribunal Constitucional estableciese una serie de condiciones para reconocer la investidura.
El Tribunal Constitucional anunció que suspenderá la investidura de Puigdemont en el supuesto de que éste no acuda físicamente al Parlamento de Cataluña para el debate y la votación de su candidatura.
Del mismo modo, este órgano estableció que Puigdemont está obligado a pedir permiso al Tribunal Supremo para acudir al Parlamento, ya que sobre él pesa una orden de busca y captura en territorio nacional.
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Ante todas estas dificultades, el presidente del Parlamento catalán aplazó de manera indefinida la sesión de investidura y los partidos independentistas se encuentran investigando fórmulas para formar un Gobierno del que forme parte Carles Puigdemont, preferiblemente en calidad de presidente.
Rajoy dijo este viernes que "no tiene sentido" que "siete millones de ciudadanos en Cataluña" se vean perjudicados por la ausencia de Gobierno a la espera de que se resuelva la situación de Puigdemont.
En concreto, el sondeo del CEO refleja que un 40,8% de los catalanes quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente, lo que supone un notable descenso frente al 48% registrado en octubre.
Rajoy valoró esos datos como una "muy buena noticia", ya que, a su modo de ver, reflejan que buena parte de la población catalana está dispuesta a replantearse su posición tras los sucesos de los últimos meses.
