"Si el Tribunal Constitucional decide que no se puede celebrar, que el Parlamento desobedezca", afirmó este sábado el portavoz de la CUP, Carles Riera, en rueda de prensa frente a la sede central del partido en Barcelona, donde se había reunido su Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria (GAP).
"O estás con la República o estás en contra: no hay nivel intermedio", aseveró.
El portavoz de la CUP advirtió sin embargo que los parlamentarios de su formación no estarán en ningún pleno que se celebre por decisión de los tribunales españoles.
También aseguró que su formación condicionará su apoyo a la candidatura de Puigdemont al compromiso del futuro Gobierno catalán con la "materialización real y efectiva de la República".
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El diputado hizo un llamado a la movilización social "republicana e independentista" y a la "desobediencia civil no violenta" para defender "la soberanía democrática y popular".
Riera quiso asimismo "denunciar la situación excepcional" y de "anormalidad democrática" que vive Cataluña.
"La propuesta de Carles Puigdemont está materializando y simbolizando un conflicto de legitimidades" entre el Parlamento catalán y el Gobierno español, explicó.
El presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, anunció el viernes que mantendrá a Puigdemont como candidato a ser investido presidente de la Generalitat (Ejecutivo catalán) pese a la presentación por parte del Gobierno de España de un recurso contra su designación.
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Los servicios jurídicos del Parlamento de Cataluña se encuentran estudiando el recurso presentado por el Gobierno español y, según anunció Torrent, no se adoptará ninguna medida en respuesta hasta saber si el Tribunal Constitucional lo admite a trámite.
El presidente catalán cesado cuenta con el aval de todos los partidos independentistas y fue el candidato de la fuerza independentista más votada en las pasadas elecciones.
Puigdemont se encuentra sin embargo en Bélgica, país al que llegó huyendo de la persecución de las autoridades españolas, después de que los tribunales españoles le acusasen de alentar desde su cargo un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña.
Madrid ha reforzado estos últimos días los controles fronterizos ante la posibilidad de un retorno del expresidente catalán.