"Puigdemont sabe que cuando ponga un pie en territorio español será inmediatamente detenido", dijo Jaume Alonso-Cuevillas, abogado del político independentista, durante una entrevista en la televisión pública catalana.
El juez que instruye la causa contra una veintena de cargos catalanes por presuntos delitos cometidos en el desarrollo del proceso independentistas de la pasada legislatura justificó la decisión recordando Puigdemont es candidato a los próximos comicios y que anunció de manera reiterada su intención de acudir a Cataluña tras las elecciones.
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Ante esa situación el magistrado considera innecesaria la intervención de la justicia belga, sobre todo si se tiene en cuenta que durante el proceso de envío a España puede darse la circunstancia de una denegación parcial de la orden de detención, lo que a su modo de ver limitaría el número de delitos por el que podría ser juzgado posteriormente, generando un perjuicio comparativo a los otros procesados en la causa.
"Dice la interlocutoria que sólo los extraditarían por unos delitos y por tanto tendrían un mejor trato que los que se han quedado aquí, pero creo que es el miedo a que la extradición fuera completamente denegada", opinó Cuevillas.
Según explicó Cuevillas, Puigdemont recibió esta noticia "con alegría" pero también con "prudencia", pues sigue afrontando un proceso por el que le pueden llegar a pedir hasta 42 años de prisión.
