El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, volvió a asegurar que no negociará con Cataluña mientras sus gobernantes se mantengan en lógicas de "radicalidad y desobediencia" situadas al margen de la Constitución.
En su discurso, el presidente del Gobierno aseguró que la democracia española vive "uno de los momentos más graves de su historia reciente" como consecuencia de la "escalada de radicalidad, desobediencia y tumultos" que a su modo de ver provocaron las autoridades catalanas.
"Los gobernantes de Cataluña, principales representantes del Estado allí, utilizaron su posición institucional para perpetrar un ataque desleal y muy peligroso contra la Constitución, la Unidad de España, el Estatuto de Cataluña, y lo que es peor, la propia convivencia entre ciudadanos", prosiguió el líder conservador.
Rajoy volvió a calificar como un fracaso el referéndum catalán del 1 de octubre, que a su modo de ver se llevó a cabo sin las más mínimas garantías procedimentales.
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El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró que ningún país en el mundo se tomó en serio el referéndum del 1 de octubre porque este era ilegal y carecía de las garantías mínimas para dar un resultado fiable.
"El 1-O careció de los principios de transparencia, neutralidad y control de veracidad del resultado. No existe un solo país en el mundo que se haya tomado mínimamente en serio el 1-O", dijo Rajoy en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados.
"Ese referéndum ilegal ideado para volar la Constitución, la unidad de España y el Estatuto de Cataluña ha fracasado rotundamente como certificó la Junta Electoral", aseveró.
La intervención de Rajoy ante el Congreso de los Diputados recordó que el desencuentro entre los dirigentes catalanes y el Gobierno central tiene su génesis en 2012, cuando Cataluña fue —al igual que la mayoría de territorios de España — duramente golpeada por la crisis.
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Entonces, según Rajoy, el líder conservador le dijo a Mas que eso "no cabía en la Constitución" y el gobernante catalán le dijo que "se atuviera a las consecuencias".
Mariano Rajoy, aseguró que las autoridades catalanas carecen de legitimidad para proponer una declaración unilateral de independencia.
"Ni son ciertas sus razones ni son tantos sus apoyos: tienen los votos y la legitimidad para gobernar la comunidad autónoma, pero no para proponer una independencia unilateral o liquidar el Estatuto de Autonomía", dijo Rajoy.
En su repaso a los antecedentes de la crisis institucional en Cataluña, el presidente del Gobierno español aseguró que "nunca en su historia los ciudadanos catalanes disfrutaron de tantas libertadas, autonomía, libertad de gasto y reconocimiento internacional".
Rajoy insistió en que no dialogará ninguna propuesta que esté fuera de la Constitución porque "la soberanía no es un bien que pueda amputarse".
Entre otras cuestiones, Rajoy también calificó como proporcionada la actuación de las fuerzas policiales el 1 de octubre, felicitó a las instituciones estatales involucradas en evitar la consulta tanto a nivel judicial como policial y culpó de las cargas a los manifestantes y, sobre todo, a aquellos que convocaron las concentraciones.
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Rajoy caracteriza de proporcionada la reacción del Estado español en Cataluña.
Ningún país en el mundo se tomó en serio el referéndum del 1 de octubre, aseguró el presidente del Gobierno español.
La salida de las empresas no ha afectado a Cataluña porque se sigue financiado por España, destacó.
El independenstismo está a punto de dar a trasto con la mejor época de Cataluña, afirmó Rajoy.
España no se va a romper hasta que así lo decidan sus ciudadanos, dijo.