"El amplio dispositivo va referido a la masiva movilización de personas", afirmó en declaraciones a la prensa el portavoz de Mossos, Jordi Oliva, que por el momento no maneja ninguna "amenaza específica en relación al acto parlamentario".
Ante la previsión de una gran afluencia, las autoridades decidieron blindar las proximidades de la cámara para permitir únicamente la entrada de diputados, periodistas y otros trabajadores autorizados.
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En los alrededores del cordón dispuesto por los Mossos d'Esquadra ya se agolpan manifestantes que esperan contemplar la comparecencia de Puigdemont en unas pantallas gigantes dispuestas para la ocasión.
El Parlamento de Cataluña celebrará este 10 de octubre una sesión plenaria en la que se analizarán los resultados del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, en el que participaron 2,2 millones de personas (un 43% del censo) resultando ganadora la opción independentista con un respaldo del 90%.
El Gobierno central no reconoce la validez de ese referéndum porque fue declarado contrario a derecho por el Tribunal Constitucional y, además, porque a su modo de ver no cumplió un mínimo de garantías procedimentales.
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Sin embargo, está previsto que la mayoría independentista del Parlamento de Cataluña o incluso el propio Gobierno por su cuente implemente este 10 de octubre los resultados, lo que según la ley que da cobertura al referéndum —también declarada ilegal por el Constitucional— supone la adopción de una declaración unilateral de independencia.