"Se trata de una violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, incluida la resolución 2356 adoptada el pasado 2 de junio", señala el Ejecutivo.
El Gobierno de España expresa su "seria preocupación" por este nuevo "acto irresponsable", que aumenta la tensión en la región y amenaza gravemente la paz y la seguridad internacionales.
"España exige a la RPDC que cese sus actos de provocación, cumpla con las resoluciones del Consejo de Seguridad y renuncie de manera total, verificable e irreversible a sus programas nuclear y balístico", señala.