En el auto, el magistrado asegura que los detenidos habían conseguido una fusil AK-47 (Kaláshnikov) e intentaban adquirir más armas de este tipo en el mercado negro.
Pedraz les atribuye un delito de enaltecimiento y otro de depósito de armas de guerra.
Además, los detenidos habían realizado supuestamente varios vídeos en los que aparecían con este fusil de asalto y machetes que habían publicado en la red social Instagram.
La principal línea de investigación que están siguiendo las autoridades apuntaba a que los dos detenidos llevaban a cabo labores de captación y que no tenían planes concretos para atentar en España.