"En España, a pesar del prolongado periodo de fuerte creación de empleo, estimulado por la reforma laboral de 2012, se ha producido una acentuada caída de los ingresos procedentes del trabajo, sobre todo, entre los salarios más bajos", expresó la OCDE.
El informe de la OCDE señala que España empeoró en el índice Gini, que mide la distribución de la renta en la sociedad partiendo de cero como valor de igualdad absoluta y uno como la desigualdad total, pasando de un 0,324 en 2007 a un 0,346 en 2014.
"En España la redistribución de la riqueza aumentó al principio de la crisis, pero a partir de 2010 se estancó a pesar de la gran desigualdad que existe", resalta la organización.
El informe destaca que es el crecimiento de la desigualdad pese a la mejoría de los indicadores macroeconómicos es una tónica común entre los 34 países que componen la OCDE.
En cambio, el informe subraya que se ha producido una mayor recuperación de las rentas altas debido a un desigual crecimiento de los ingresos del trabajo.