Según los datos del estudio, hay al menos 15.881 apartamentos turísticos, de los que 9.606 tienen licencia y 6.275, no.
Desde hace dos años y medio, la capital catalana no concede nuevas licencias y la alcaldesa Ada Colau impulsó una importante campaña contra los pisos ilegales.
Según los datos, los alquileres turísticos representan el 7,7% del parque de alquiler.
Los ingresos para sus propietarios son entre "2,3 y 4 veces superiores" a la de los alquileres convencionales, "con beneficios entre el 7% y el 13% frente al 3%-4%".
El estudio concluye asegurando que "la presión del turismo y el atractivo de los beneficios han contribuido a reducir la oferta" y a "disparar el precio de los alquileres convencionales en la ciudad", aunque no detalla en cuánto.