El monarca comunicó su decisión a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, con la que se ha reunido para evaluar la situación actual después del fracaso en el debate de investidura al que se sometió el candidato conservador y presidente en funciones, Mariano Rajoy, la semana pasada, aunque no consiguió los apoyos suficientes para formar Gobierno.
— Congreso (@Congreso_Es) 5 de septiembre de 2016
Pastor entregó al Rey el acta oficial del Congreso que dejaba constancia del resultado de la votación de la investidura fallida de Rajoy, que perdió por 170 votos a favor frente a 180 en contra en las dos votaciones.
En este plazo, el monarca decidirá si convoca o no a los líderes políticos, aunque previsiblemente dependerá si se alcanza o no un pacto.
Felipe VI recordó en su comunicado su mensaje de Navidad del año pasado, en el que señaló que "la pluralidad política, expresada en las urnas, conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso, con la finalidad de tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos".
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Si no hay ningún nuevo pacto antes del 31 de octubre, el Rey se vería de nuevo abocado a disolver las Cortes y convocar elecciones, que se celebrarían el 25 de diciembre si los partidos no tramitan una iniciativa legislativa para adelantar la fecha.