La familia Pujol afronta desde este miércoles una importante etapa en su devenir judicial, en el que tienen abiertas varias causas.
La situación de los Pujol comenzó en 2013, con la denuncia de la exnovia del primogénito del expresidente y la posterior confesión de Jordi Pujol, reconociendo la existencia de un patrimonio oculto en Andorra durante al menos tres décadas.
Este miércoles el matrimonio será interrogado por su fortuna en Andorra y el juez tratará de aclarar tanto el origen del dinero como su evolución durante los años en los que Pujol fue presidente de Cataluña y las posibles vinculaciones con contratos públicos de las administraciones públicas catalanas.
Pujol, que gobernó durante 23 años Cataluña, asegura que su fortuna oculta en Andorra proviene de una herencia de su padre, aunque no hay pruebas suficientes para probarlo.
Las investigaciones judiciales apuntan a que el hijo mayor del matrimonio habría cobrado dinero a empresarios por supuestas asesorías, a cambio de conseguir contratos con las administraciones públicas catalanas mientras gobernaba Pujol.
"No consta la realidad del legado hereditario", señala el juez José de la Mata en el auto de citación.
Esta es la segunda vez que el expresidente nacionalista declara por su fortuna oculta, pero la primera que lo hace en Madrid.
En esta ocasión, el magistrado tiene la investigación mucho más avanzada porque posee la información bancaria de Andorra.
Pujol basará su defensa en negar ser el titular o autorizado de las cuentas en el extranjero, aunque en 2014 admitió que su mujer y sus siete hijos (no él) habían tenido dinero sin declarar a Hacienda en otros países.
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Mañana será el turno de la declaración del hijo mayor, Jordi Pujol, Júnior.
