El principal motivo es el abaratamiento de la electricidad y el efecto de las rebajas de invierno en ropa y calzado.
Los precios también recortaron tres décimas en su tasa interanual.
Con esta nueva caída, el IPC empieza de nuevo el año en negativo después de haber cerrado 2015 en 0,0 por ciento.
Ésta es la mayor bajada en un mes de enero en más de una década, en la que también pudo influir el precio de los carburantes, aunque en mayor medida la electricidad.