Los votos de esta organización anticapitalista son imprescindibles para que el actual presidente en funciones de la Generalitat (Gobierno catalán), Artur Mas, pueda formar un Ejecutivo que inicie la hoja de ruta para la ruptura con España.
Una asamblea extraordinaria de la CUP se resolvió ayer por la noche, tras 12 horas de debate y tres votaciones, con un empate técnico de 1.515 votos a favor y en contra de apoyar a Mas.
La organización antisistema pospuso hasta el próximo sábado 2 de enero la decisión final.
Si el próximo 9 de enero no se ha constituido todavía el Ejecutivo, se convocarán nuevas elecciones para marzo.
Pero para Podemos, cuyo partido es también decisivo para la formación de un Gobierno en España, Cataluña no puede permitirse este bloqueo y deploró que Mas siga haciendo "maniobras desesperadas para mantenerse en el poder".
"Fuera del chantaje de Mas parece no haber alternativa, pero sí que la hay: el rescate y nuevas elecciones que den un futuro de más equidad para la gente de Cataluña", afirman los diputados de Podemos, que denuncian que el resultado electoral del 27 de septiembre, en el que los secesionistas ganaron en escaños pero no en votos, no legitima una desconexión institucional unilateral con España.
Ante este panorama, Podemos asegura que la solución más democrática para sortear este "callejón sin salida" son nuevas elecciones y trabajar para celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
"Estamos seguros que pese al inmovilismo de unos y la unilateralidad imposible de otros, ésta es la solución que se acabará imponiendo más pronto que tarde", destacan.
La CUP basó su campaña electoral en no apoyar "nunca" a Mas por su política de recortes, de privatizaciones y las numerosas investigaciones de corrupción en su partido.
Mas es el único candidato que presenta Junts Pel Sí (Juntos por el Sí), la formación que ganó las elecciones a la presidencia del Gobierno regional, a pesar de que reiteradamente la CUP les ha pedido que ofrezcan otros nombres menos conflictivos.
