El canciller, con estas declaraciones en Barcelona, intentó contrarrestar el tropiezo ayer martes del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no sabía que los españoles no perderán su nacionalidad en caso de secesión, ya que lo garantiza la Constitución.
El desliz de Rajoy acaparó todos los mítines de la campaña electoral para las elecciones autonómicas que se celebran este domingo 27 de septiembre.
El presidente catalán, Artur Mas, reconoció, entre risas, que el protagonista del día había sido Rajoy.
El candidato a la presidencia sostuvo que las afirmaciones de Rajoy sobre la nacionalidad dejan al descubierto que el discurso antisecesioncita de los conservadores es "mentira", por lo que no habrá ni "corralito" ni expulsión de Cataluña de la Unión Europea, y sí se podrán pagar las pensiones en un Estado independiente.
Rajoy "ha metido la pata" y su falta de concreción sobre la nacionalidad entierra, según Mas, los riesgos que anunciaban de la secesión.