Este indicador proporciona un avance de los precios que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de tres décimas en su tasa anual, ya que en el mes de mayo esta variación fue del –0,2%.
Este incremento se explica, principalmente, por la subida de los precios de la electricidad y los alimentos y bebidas no alcohólicas.
Por su parte, la variación anual del indicador adelantado del IPCA se sitúa en junio en el 0,0%. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA aumentaría tres décimas respecto al mes anterior.
Los precios de consumo registran en junio una tasa del 0,3% respecto al mes de mayo.
Por su parte, la variación mensual del indicador adelantado del IPCA se sitúa en junio en el 0,2.
Las autoridades españolas descartaron estos últimos meses que la economía española estuviera en una situación de deflación estructural.
El Ejecutivo sostuvo que un IPC negativo por la caída de los precios de los carburantes era "lógico" y "muy bueno" para la economía española.
Los analistas le dieron la razón ya que estimaron que para que exista deflación la caída de precios debe ir acompañada con un retroceso en el consumo, situación que no ocurría en España.