Ada Colau, la activista social que se convertirá en la nueva alcaldesa de Barcelona "no se va a encontrar cómoda" en el terreno soberanista, "no porque a ella no pueda votar sí a la independencía, sino porque sabe que su movimiento representa otra sensibilidad", explica el profesor de Sociología Ángel Belzunegui a esta agencia.
"Lo que no va a hacer Colau es convertir Barcelona en el centro y la capitalidad de la reivindicación independentista", como prometió el hoy alcalde en funciones de la capital catalana, Xavier Trias.
"Pero Barcelona simboliza mucho y era muy importante para el debate nacionalista", mantiene.
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Belzunegui estima que los barceloneses han votado más por los problemas sociales que nacionales.
"Hay una gran tradición anarquista y antisistema en Cataluña que ha salido ahora con el voto de Colau, un voto mucho mas social y más apegado a los problemas cotidianos de la gente, de los barrios", explica el profesor de la Rovira i Virgili.
Belzunegui señala que las elecciones de este domingo que han dado a los movimientos ciudadanos las grandes capitales de España ofrecen "una modificación del escenario político".
Pero avanza que estos resultados no se pueden trasladar a unas elecciones generales como las que se van a celebrar el próximo otoño.
Desde la llegada de la democracia el sistema político imperante ha sido el bipartidismo, en donde las dos formaciones mayoritarias se han repartido el poder.
"Pero hay que entender que en la lógica local hay una multitud de partidos menores que hacen más compleja la situación y trocean mucho el voto", argumenta el especialista.
Belzunegui explica que "hay un montón de partidos pequeños que no se presentarán en las generales", y por eso vaticina que en los próximos comicios "PSOE y PP superaran el 52% actual".
El profesor estima que no se puede comparar la situación económica de España con la de Reino Unido, después de que la victoria del conservador David Cameron con un discurso centrado en la mejora económica animara a la derecha española.
"La percepción de la situación económica es muy diferente en España" con un 25% de paro frente al 8% británico, y a pesar de la precarización que existe en Reino Unido, allí hay más oportunidades laborales que en España.
"Pero ni el PP ni el PSOE son conscientes de lo que se les avecina", porque llega una nueva generación de votantes, de jóvenes de 18 a 30 años que van a tener "un voto muy fluctuante" frente a una generación mayor que siempre mostró fidelidad a su partido, dentro del eje izquierda, centro y derecha.
"Ninguno de mis alumnos se imagina enamorándose y viviendo con esa persona toda la vida, ni se imagina con un trabajo que dure toda la vida", asegura.
Los jóvenes, concluye, son conscientes "que van a cambiar mucho sus situaciones vitales" al igual que sus votos.