El presidente Iñigo Urkullu, líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV), defendió hoy la iniciativa "Zuzendu" con el fin de desarrollar "políticas de víctimas, de memoria, de reinserción y de convivencia".
Este proyecto piloto explorará las posibilidades de autocrítica con el programa Hitzeman, destinado a favorecer la reinserción y resocialización de personas condenadas por delitos de terrorismo.
El dirigente nacionalista señaló que es necesario este "ejercicio autocrítico" para reconocer el "daño injusto causado" por parte de los presos de ETA, para lograr una sociedad integrada en el País Vasco.
Urkullu recordó que hay presos de esta organización que salen de la cárcel "sin que haya habido una señal de arrepentimiento o una muestra del reconocimiento del daño injusto causado o un ejercicio autocrítico".
Por este motivo, ve necesario "pasar de la coexistencia a la convivencia" para que "quien ha delinquido puede dar una muestra de autocrítica sobre su propio pasado".
Esta iniciativa se pondrá en marcha después de las elecciones municipales, previstas para el 24 de mayo.
Según Urkullu, el Plan de Paz avanza de forma "positiva", pero criticó el "inmovilismo" de los conservadores del Partido Popular (PP), que gobiernan en España, y la "parálisis" en la crítica de la izquierda independentista a las vulneraciones de derechos humanos causadas por ETA.
A finales de enero, ETA denunció en un comunicado que la "actitud de España es vengativa, pero incluso va más allá de la venganza", y lamentó que el Gobierno haya puesto en marcha "una estrategia que tiene un objetivo político concreto: mantener a los presos políticos vascos secuestrados, para que Euskal Herria continúe presa en España".
ETA anunció en 2011 el cese definitivo de su actividad armada, acusó también de "tibieza" al Gobierno nacionalista vasco ante la "vulneración de derechos".
En una declaración difundida por la web de Naiz, íntegramente en euskera, ETA señaló que "es hora de empezar a soltar las cadenas" de los presos.