El líder conservador hizo un discurso triunfalista señalando que el país "se ha rescatado a sí mismo" y que "ya se ha recuperado la confianza económica, goza de prestigio, vuelve a ser atractivo para los inversores, ha reordenado su funcionamiento y ve cómo crecen el consumo y la inversión".
Rajoy ha indicado en reiteradas ocasiones que España nunca ha pedido un rescate, hasta el punto de decir que "la gran medida de política social de la legislatura fue evitar el rescate".
Sin embargo, el Ejecutivo sí tuvo que pedir un rescate para la banca y el sistema financiero español en 2012, en plena crisis.
Su discurso estuvo centrado en la recuperación. "No hace falta traer promesas ni alentar esperanzas porque ya hay ciertos hechos que se palpan", señaló Rajoy, que destacó la velocidad de recuperación del país y anunció un crecimiento del 2,4% para el próximo año.
El presidente presumió de sacar a España "del riesgo de quiebra" y de "recuperar la confianza y el crédito".
Sin embargo, reconoció que "queda mucho por hacer", especialmente en materia de empleo.
La tasa de paro en España continúa en un 23,7% y en un 51,4% de paro juvenil, una de las más altas de la Unión Europea.
El conservador señaló en su discurso, que duró más de una hora y media, que está cumpliendo los tres objetivos que presentó en su investidura: "detener la sangría del paro, estimular el crecimiento y acelerar el regreso de la creación de empleo".
Medidas sociales
Rajoy se ha propuesto crear tres millones de empleos en la próxima legislatura, si gana las elecciones, una promesa similar a la que hizo hace casi cuatro años, antes de los comicios de 2011.
Por aquel entonces prometió crear 3,5 millones de empleos si los conservadores ganaban las elecciones de ese año, una promesa que no ha cumplido.
También se comprometió a aprobar este año una "ley de segunda oportunidad de pago de deudas", una medida que negó durante tres años a los grupos de la oposición y a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que llevan pidiéndola desde el inicio de la legislatura para poder parar los desalojos forzosos.
Otra de las medidas será la supresión de las tasa judiciales para las personas físicas, modificando una norma aprobada por su propio Gobierno; la creación de los llamados "cheques familiares" y una nueva tarifa reducida para los nuevos contratos indefinidos.
El discurso de Rajoy ha sido muy criticado por la oposición por "hablar de un país que no existe", en alusión a la recuperación, según palabras del diputado Alberto Garzón, de Izquierda Unida, o de Pedro Sánchez, líder de los socialistas del PSOE.
Otro de los grandes reproches fue la falta de alusiones a la corrupción, dado que apenas le ha dedicado dos minutos de más de una hora y media.
Todos los grupos de la oposición intervendrán en el debate de estado durante esta tarde.
