Delante de un telón rojo sangre, bajo unas banderas de Estados Unidos y España separadas por un crucifijo, rodeado por la iconografía kitsch de un Centro Español que es memoria de sucesivos exilios, Iglesias habló ante una audiencia mayoritariamente compuesta por jóvenes españoles, que han llegado a EEUU a buscarse la vida, empujados por la colosal crisis económica que arrastra su país desde 2007.
Un público compuesto de científicos, actores, maestros, ingenieros, escritores y médicos, estuvo atento a cada palabra y a cada gesto.
Iglesias tiene previsto ofrecer hoy una conferencia en la City University of New York, acompañado por la periodista Amy Goodman.
Más tarde visitará las Naciones Unidas. Antes hablará ante los micrófonos de la cadena CNBC.
Pero acaso el plato fuerte tuvo lugar ayer, cuando se reunió con el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz y sobre todo cuando, a las siete y media de la tarde, compareció en el Centro Español, en Queens, para explicar que "los verdaderos antisistema son quienes dijeron que solucionarían la crisis" y nada hicieron excepto proponer "recortes", en alusión a unos gobernantes de la derecha "corruptos, traidores e ineficaces".
"Os vamos a ganar", repitió, "os vamos a echar", mientras un murmullo de aprobación serpenteaba por el patio de butacas.