"Esto no tiene ningún sentido, es lisa y llanamente la constatación de un fracaso y corresponderá a los ciudadanos de Cataluña dar su opinión sobre este asunto, que a mí me parece de una extraordinaria gravedad", valoró en una entrevista a la agencia pública Efe que se ofrecerá íntegra el próximo fin de semana.
Para Rajoy, los comicios del 27 de septiembre significan que en sólo cinco años se hayan convocado tres elecciones regionales y se vaya "a someter a los ciudadanos catalanes a una campaña electoral de ocho meses".
"Esto se ha decidido para intentar responder a los criterios de Convergencia i Unió y de ERC", estimó el presidente español.
El líder del Partido Popular lamentó que "se haya olvidado el interés general", como el paro y la crisis económica.
"Aquí se dijo: hay que intentar resolver un lío y un problema que tenemos ERC y CiU, y la decisión se ha tomado por puro interés partidista", criticó Rajoy.
Para los socialistas del PSOE, el anuncio del adelanto electoral ha hecho subir "un peldaño más en la ruptura interna de Cataluña".
Según el socialista Patxi López, ex presidente del País Vasco, "el pacto anunciado por Mas y Junqueras no es el pacto de la unidad, sino el acuerdo para partir en dos a la sociedad catalana: ellos, los nacionalistas, y los otros, lanzados al silencio y extramuros del espacio público e institucional de Cataluña".
Pero la ciudadanía catalana, estima López, "es mucho más que Mas y Junqueras", porque es "plural y diversa".
En palabras del político socialista, "con este acuerdo de ruptura interna, identificando unidad con pacto nacionalista, Mas y Junqueras niegan la igualdad ciudadana a medio país".
La mayoría de los partidos políticos españoles reaccionaron con dureza y acritud ante las futuras elecciones plebiscitarias de Cataluña.
Rosa Diez de Unión Progreso y Democracia estimó que los partidos nacionalistas "vuelven a marear" a los catalanes con unos comicios que son "un fraude" y evidencian del fracaso de Mas.
