Tan presente y tan lejano. El Sol brilla en lo alto del cielo, da luz y calor y es uno de los motivos por los que hay vida en la Tierra. Sin embargo, todavía hay muchos interrogantes abiertos sobre el astro.
"No son más que las primeras imágenes y ya podemos ver nuevos fenómenos de interés. No nos esperábamos unos resultados tan buenos ya al principio", afirma Daniel Müller, científico del proyecto.
Estas han revelado pequeñas minierupciones solares, informalmente llamadas hogueras, que se encuentran cerca de la superficie solar. "Estas hogueras son como parientes menores de las fulguraciones solares que se observan desde la Tierra, pero entre millones y miles de millones de veces más pequeñas", apunta David Berghmans, del Real Observatorio de Bélgica (ROB) e investigador principal de la Cámara de Imagen del Ultravioleta Externo, que recoge imágenes en alta resolución de las capas inferiores de la atmósfera solar, o corona.









De momento, se investiga sobre su origen. No se sabe si son fulguraciones de menos tamaño o se deben a otros mecanismos. No obstante, se barajan varias teorías y algunas apuntan a que las hogueras están relacionadas con el calentamiento de la corona, uno de los mayores enigmas del Sol, ya que esta capa externa se encuentra a mayor temperatura que la propia superficie de la estrella.
Primer mapa magnético autónomo del Sol
Estas imágenes fueron capturadas por uno de los seis telescopios con los que cuenta la nave, que observarán el Sol y sus alrededores. Además, la sonda tiene cuatro instrumentos in situ para analizar el entorno de la nave. Al comparar los datos de ambas clases de aparatos, los científicos obtendrán información sobre cómo se genera el viento solar o una visión integral del astro.
Otro de los telescopios que ha entrado en funcionamiento es la Cámara de Imagen Polarimétrica y Heliosísmica. Esta tecnología, en parte desarrollada por el equipo español de la misión, efectúa mediciones en alta resolución de las líneas del campo magnético en la superficie solar. Gracias a esta se ha obtenido el primer mapa magnético autónomo del Sol. El campo magnético solar es responsable de casi toda la actividad del astro, desde las manchas a las tormentas solares o el viento solar.

Precisamente, este último es el principal objetivo de los cuatro instrumentos in situ de Solar Orbiter, junto a las líneas del campo magnético que pasen junto a la sonda. "Con esta información podemos calcular desde qué lugar del Sol se emitió esa porción concreta del viento solar, para luego usar el conjunto de instrumentos de la misión para revelar y comprender los procesos físicos que operan en las distintas regiones del Sol y que dan lugar a la formación del viento solar", explica Christopher Owen, del Laboratorio de Ciencia Espacial Mullard del University College London e investigador principal del Analizador de Viento Solar in situ.

En estos momentos, la nave viaja. Su próximo objetivo son los polos solares. Cuando llegue, arrancará la fase científica, esperada para noviembre de 2021, cuando se activen los 10 instrumentos que porta la sonda. Un proyecto ilusionante según los investigadores que forman parte. Y solo es el principio. El inicio del camino para conocer mejor algo tan próximo y desconocido como es el Sol.