China lanzó por primera vez su más reciente cohete Chang Zheng 5B con un prototipo de una nave espacial tripulada de nueva generación a bordo el pasado 5 de mayo.
Al mismo tiempo, EEUU está preparando un acuerdo internacional sobre la explotación de la superficie lunar.
Citando fuentes familiarizadas con los documentos, el medio informó que Rusia, el principal socio de la NASA en la Estación Espacial Internacional, no participará en las negociaciones de este proyecto en la fase inicial. Tampoco aparece China entre las posibles partes de un futuro acuerdo internacional sobre la extracción de recursos minerales en la Luna.
Según el medio NASA Watch, actualmente, el espacio se ve cada vez más como una nueva área de actividad militar, por lo que el nuevo proyecto debería simbolizar el creciente papel de la NASA como herramienta de la diplomacia estadounidense.
EEUU quiere desarrollar los recursos de la Luna sin China y Rusia, porque son sus serios competidores potenciales, opinó al respecto Serguéi Filipénkov, experto del Instituto de Aviación de Moscú y editor de la revista Aviapanorama.
Según el analista, el éxito de la reciente prueba del cohete Chang Zheng 5B fue un paso necesario en el desarrollo del programa lunar de China.
"Obviamente, Chang Zheng 5B está diseñado para este propósito. Es necesario para proporcionar una base en la Luna y desarrollar allí la infraestructura para futuras investigaciones. Pertenece al tipo de cohetes pesados, al igual que el portador ruso Proton, diseñado para la exploración no tripulada de la Luna y el posible sobrevuelo de la Luna sin aterrizar en la superficie. China podría ejecutar su programa lunar con Chang Zheng 5B", dijo en declaraciones a Sputnik.
El experto destacó que China es capaz de competir con EEUU en la Luna después de 2030, porque necesita unos 10 años más para dominar la técnica tripulada de aterrizaje en la superficie de la Luna y empezar a explotar la minería. El gigante asiático habrá desarrollado el programa lunar no tripulado hacia el 2025, estima el especialista.
Para entonces, por ejemplo, China podría crear un polígono en la Luna para investigar los recursos naturales, dijo Serguéi Filipénkov.
Rusia, a su vez, también dice que después de 2030, los cosmonautas rusos estarán en la Luna.
Mientras tanto, el experto consideró poco probable que los estadounidenses aterricen en la Luna en 2024-2025, como lo tienen pensado hoy.
El tratado de exploración lunar propuesto por EEUU prevé crear las llamadas "zonas de seguridad" alrededor de las futuras bases lunares. Su tamaño variará dependiendo de la operación que se realice allí. Las zonas serán necesarias para "evitar daños o interferencias de países competidores o de empresas que operan en estrecha proximidad".
El 7 de abril, el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó un decreto sobre la explotación comercial de los recursos en la Luna y otros cuerpos celestes. En el documento se afirmaba que Estados Unidos no considera el espacio como un "dominio público". Rusia criticó el decreto de Trump y calificó de totalmente inaceptables los intentos de apropiarse de una u otra forma del espacio cósmico.