El oxígeno es el tercer elemento más abundante en el universo, detrás del hidrógeno y el helio. Por lo tanto, su química y abundancia en las nubes interestelares son importantes para comprender el papel del gas molecular en las galaxias.
En una galaxia llamada Markarian 231 que se encuentra a 561 millones de años luz de distancia y funciona con un cuásar —el más cercano a la Tierra—, existe un núcleo galáctico extremadamente luminoso con un agujero negro supermasivo activo en el centro. De hecho, los astrónomos piensan que Markarian 231 podría tener dos agujeros negros supermasivos activos en su centro, girando uno alrededor del otro a un ritmo vertiginoso. Un núcleo galáctico activo impulsa las salidas moleculares, produciendo choques continuos del tipo que podría liberar oxígeno del agua en las nubes moleculares.
Como Markarian es una galaxia que experimenta una formación estelar furiosa, esto podría ser posible. Solo una región de la galaxia está formando nuevas estrellas a un ritmo de más de 100 masas solares al año, mientras que la Vía Láctea, por el contrario, tiene una tasa de formación de estrellas de alrededor de 1 a dos masas solares. Si los resultados se mantienen, el fenómeno serviría para comprender más sobre el oxígeno molecular en las galaxias y el flujo de salida molecular desde un núcleo galáctico activo, dijeron los investigadores. La investigación ha sido publicada en The Astrophysical Journal.